LA HISTORIA DEL ARTE INCOMPLETA Y LA REVISIÓN DE PICASSO 

En la historia del arte el papel de la mujer ha sido casi nulo si lo comparamos con la ingente cantidad de autores masculinos que copan las salas de los grandes museos de cualquier lugar del mundo.

Por ello, en este curso que arranca, dedicaré parte de mis clases a las mujeres artistas que han sido obviadas con el objetivo de que mis alumnos tengan una percepción más completa de la Historia del Arte.

Partiendo de esta premisa, y teniendo presente el reciente discurso dado en el Museo del Prado por la catedrática y profesora Estrella de Diego, un tema de rabiosa actualidad es la duda o el debate sobre la cancelación de la obra de Picasso en los museos.

Aún hoy me veo en la obligación de justificar ante mis alumnos lo necesario de esa revisión o actualización de la Historia del Arte, ese completar los listados de autores con nombres femeninos ignorados. Y es que, bien es cierto, que no podemos valorar o mirar el pasado desde la óptica del siglo XXI, pero se trata de Historia del Arte, y qué es esta disciplina, sino un continuo revisar, analizar, estudiar, relacionar las obras y autores del pasado.

Por ello encuentro más que pertinente la visión feminista como herramienta para rescatar de las garras del olvido a esas mujeres que en su momento, con mayor o menor suerte, se dedicaron a las Bellas Artes como autoras, como hacedoras, que es una palabra que me encanta. Muchas de ellas tuvieron éxito y después fueron fagocitadas por la Historia o, aún más si cabe, por los Historiadores del Arte, y otras no lo lograron, y también tendríamos que explicar y hacer ver al público por qué no lo hicieron, cuales eran esos "corses" opresores que les impidieron desarrollar su carrera profesional como cualquier artista varón.

Por otro lado, existe el debate, de cancelar a Picasso, quizá más entre el público que entre las instituciones, pues a juzgar por como sonó el discurso de Estrella de Diego, no parece un tema que alcance largo recorrido. No debería sorprendernos tanto la idea que planteaba De Diego sobre como sus alumnos veían bien cancelar a Picasso, desde la óptica de un adolescente universitario es normal que conociendo la trayectoria sentimental y el tipo de relaciones que mantuvo Picasso sienta rechazo, lo realmente preocupante sería que lo normalizaran. Por lo tanto, lo que planteó su profesora en el museo del Prado es más que lícito.

No se debe cancelar a Picasso, pero como bien dice Estrella de Diego, hay que releer a Picasso, hay que explicar y exponer a Picasso desde el contexto actual.

Si no lo hacemos, en unos años esos mismos universitarios probablemente cancelen a Picasso y lo bajen a los almacenes. Las instituciones museísticas tienen una labor o tarea más hoy: investigar, conservar, difundir; pero también educar y educar en valores, y no podemos vender un discurso de lo intolerable que es la violencia de género y colgar a Picasso pasando por alto ciertos episodios de su vida, por otro lado, capitales para el desarrollo de su obra. Picasso igual no es el pintor que quiere el siglo XXI, pero si podemos contar a través de su obra un mensaje necesario para el siglo XXI.

¿Qué tiene esto que ver con mi clase de Mujeres pintoras? Pues que ese halo de genio, de semidios, de superhombre incluso que se ha otorgado a determinados autores masculinos ha hecho un gran daño a la imagen de la mujer artista, esos genios que han cosificado a la mujer por otro lado, pero que han sido encumbrados a lugares a los que la mujer le era imposible llegar por el simple hecho de ser mujeres, quizá es el momento de eliminar esos halos, de ver los defectos y errores de muchos "genios" del arte y reubicarlos al lado de esas colegas que lejos de esas ópticas trabajaron, lucharon y pelearon para situarse en el lugar que les hubiera correspondido en base a su "genio" y calidad como pintoras.